Arq. María Elena Mazzantini
La madera es de naturaleza orgánica. Carbono, Oxígeno e Hidrógeno (1% de otros) se combinan formando Celulosa, Hemicelulosa, Lignina, Polisacáridos y sustancias extractivas en albura y duramen. Esto la caracteriza como higroscópica, inestable dimensionalmente, susceptible a la temperización, polución, fuego y extremadamente vulnerable ante los biorganismos. Este panorama poco alentador se contrapone con su valor antropológico, de hecho, la madera ha sido y es uno de los mas vastos significantes de los lenguajes cotidianos y estáticos del hombre.
En el marco de la conservación del Patrimonio Cultural Maderero, rescatando nuestras raíces culturales, se plantea la difícil tarea de consolidarla y solucionar sus patologías sin modificarla, ya que el hombre, al usarla como significante, a retomado como significado su riquísima variación expresiva.
Es aquí donde se pone de manifiesto una difícil controversia entre lo que se espera de su conservación y revalorización; el respeto por la autenticidad del material; el mantenimiento de ciertas tradiciones constructivas y las posibilidades técnicas de las que dispone el especialista.
En e espíritu conceptual de la Carta de Venecia, la autenticidad del material se consolida a lo largo de toda su lectura. Su artículo 9 así lo expresa: "La restauración es una operación que debe tener un caracter excepcional. Tiene como fin conservar y revelar los valores estíticos e históricos de un monumento y se
fundamenta en el respeto hacia los elementos antiguos y las partes auténticas. Se detiene en el momento en que comienza la hipótesis; en el nivel de la reconstrucción en base a conjeturas todos los complementos, reconocidos indispensables por razones estíticas o técnicas deben distinguirse de la composición arquitectónica y deberán llevar la marca de nuestra época."
Ante la difícil tarea de conservar y preservar el Patrimonio Cultural Maderero desde "la cuchara hasta la ciudad" las preguntas a hacernos serán: ¿qué es lo que esperamos de él? y ¿cuál es el mínimo tratamiento necesario?, esto determinará el camino técnico a seguir. Las variables interactivas seran:
evaluación patológica; condición de esfuerzo real y a requerir; diagnóstico del deterioro y necesidad de consolidación; y condiciones de exposición futura. Cualquier tratamiento de conservaci¢n llevado a cabo, tanto tradicional como no convencional deber :
Paralelamente, determinando el encuadre teórico, ICOMOS e ICCROM establecieron los "Principios para el Control de Sitios de Patrimonio Cultural Mundial" (1990), haciéndose especial énfasis en la conservación de la sustancia original.
(color, textura, reflexi¢n de la luz, etc.)
Ninguna de las técnicas de consolidación, refuerzo o fumigación, tradicionales o modernas, cumple con este requisito, es decir, de una u otra manera alteran desde tan solo el aspecto hasta la estructura química básica de la madera.
Cabe entonces la confrontación, ya que en el caso del Patrimonio Maderero el replanteo teórico es vigente: si nos atenemos estríctamente a la Carta de Venecia (y sus subsecuentes) y a los "Principios para el Control de Sitios de Patrimonio Cultural Mundial" no podríamos llevar a cabo la mayoría de las acciones de preservación y conservación. No podemos detener el proceso de deterioro y esperar a que el avance de la técnica o las posibilidades económicas se resuelvan, aun esta mínima intervención implica modificaciones irreversibles. Tampoco podemos esperar.
¿Cuál de los dos deterioros debemos elegir, el patológico o el que surge de su estabilización y conservación?
En igual contexto de confrontaciones teórico-prácticas, debemos hacer una mención especial para aquellos casos en que el respeto por la Carta de Venecia se enfrenta a tradiciones culturales muy arraigadas y tan valiosas como la autenticidad del material o el respeto por "los aportes válidos de todas las épocas de edificación de un monumento". Tomemos como ejemplo la Arquitectura Tradicional Japonesa, no por ser la única pero si el caso más claro. La vieja Tradición Shinto de reconstrucción de los templos a intervalos regulares lleva implícito el recambio de las partes deterioradas. ¿Cuánto de auténtico y cuánto de réplica tienen estos templos?. Los especialistas en el tema, Dres. Larsen e Ito contraponen su opinión ante la de los expertos que critican la actitud preservacionista japonesa, afirmando que debe considerarse el significado de la influencia Budista que mueve a la gente a cuidar y mantener sus construcciones el mayor tiempo posible como forma de respeto a sus ancestros fundadores y sacerdotes.
Tradición o material, cuál de los dos aspectos culturales debe ser más importante en la valorización del Patrimonio Cultural Maderero?
El debate ha sido planteado en los párrafos precedentes: ¿Cuál de los dos deterioros debemos elegir, el patológico o el que surge de su estabilización y conservación? Tradición o material ¿cuál debe ser más importante en la valorización del Patrimonio Cultural Maderero?.
Y de estas surge una tercera: ¿está contemplado, realmente, el Patrimonio Cultural Maderero en la Carta de Venecia y en los "Principios para el Control de Sitios dc Patrimonio Cultural Mundial"?.
Esta confrontación, que hemos planteado en el Encuentro Regional del Cono Sur en noviembre de 1991 y que responde a inquietudes planteadas en el Curso Internacional en Tecnologías de Conservación de la Madera (Noruega 1990), es sólo parte del cuestionamiento que, sobre el tema, inquieta al Comité Internacional de la Madera.
Sir Bernard Feilden, en junio de 1979, comienza a plantear, a través de diez puntos, "Una Posible Etica para la Conservación de las Estructuras de Madera". Los mismos sintetizan la necesidad de la documentación; el relevamiento de toda evidencia histórica y del tratamiento a realizar; el principio de intervención mínima, reversible y no perjudicial para futuras intervenciones; el respeto por la integridad estática, histórica y física, permitiendo la máxima conservación del material original; la búsqueda de la armonía y el respeto por la identidad.
Si bien este es un paso importantísimo en la elaboración de un Código de Etica, su participación en el texto final de los "Principios para el Control de Sitios de Patrimonio Cultural Mundial", ya mencionado, preparado en forma conjunta con el Dr. Jukka Jokilehto, dado a conocer en Mayo de 1990, en su capítulo segundo, "Práctica de la Conservación", habla de los tratamientos relacionados con la autenticidad del material, haciéndose énfasis en la protección, conservación y mantenimiento de la sustancia original de los objetos y monumentos. La meta de los tratamientos, agrega, es prolongar la vida de los materiales y estructuras originales, manteniéndolas en su posición y con la pátina que determina la edad, ya que una vez que el material ha sido cortado y usado en la construcción, ha comenzado a ser parte de la historia y es el elemento de unión con los tiempos históricos del objeto.
Más adelante, hablando acerca de los consolidantes o refuerzos (tan requeridos en el caso de las maderas, ya que la mayoría de los deterioros destruyen su resistencia intrínseca, llegando a no autosoportarse tal el caso de la madera sobresaturada en agua), recuerda que ambos sistemas de tratamiento actúan directamente sobre el material reduciendo su autenticidad debido a la alteración de la sustancia original y que los materiales tradicionales y los productos industriales modernos a menudo serán causa de conflictos.
Esto genera, nuevamente, una búsqueda en el seno del Comité ICOMOS Internacional de la Madera que concluye el 12 de marzo de 1994, en su Séptimo Simposio Internacional, ocurrido en Japón, donde se dio a votación el "Código de Etica para la preservaci¢n de Edificios Hist¢ricos de Madera", el cual, considerando la gran variedad de estructuras de madera en el mundo; las diversas especies de madera usadas en dichas construcciones y las diferentes patologías debido a los diversos climas; la gran variedad de acciones y tratamientos requeridos para la preservación; reconociendo el rápido deterioro del Patrimonio Cultural Maderero, recomienda la adopción y difusión de las siguientes reglas:
A través de la elaboración de este Código particular de Etica, basado en los puntos de Sir Bernard Feuden, y de su propia experiencia, el Comité Internacional de la Madera comienza a dar respuesta a las confrontaciones teórico-práctica en la conservación de tan valioso patrimonio. Es nuestro turno para estar atentos a su revalorización, a los debates técnicos y teóricos, y a los medios para su conservación HOY, ya que su naturaleza orgánica y el alto porcentaje de nuestras regiones de climas cálidos y húmedos, lo hace, a corto tiempo, perecedero.
Trabajo Premiado en la Categoría "Articulos"
del Concurso Internacional de Trabajos Inéditos
II Congreso Internacional de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectonico y Edificación
28 de agosto al 4 de septiembre de 1994 - Mar del Plata, Pcia. de Bs. As.-Rep. Argentina.